miércoles, 3 de septiembre de 2014

La ciudad ideal


La ciudad ideal


Prefiero una locura que me entusiasme a una verdad que me abata”.
Christoph M. Wieland


Hoy quiero compartir con ustedes una parte de la historia de la arquitectura.  Un aspecto interesante de esa historia es lo que se conoce como “La ciudad ideal”.   La ciudad ideal es una concepción teórica-utópica  que aparece en la época del Renacimiento y considera a  Florencia como la primera ciudad ideal.  Para comprender qué querían los humanistas de esa época, es necesario conocer algunas teorías que se planteaban en aquel entonces.   Una de ellas es la teoría albertiana de la ciudad. 
La metodología creada  por Alberti a mediados del siglo XV es la base para las más importantes experiencias de la segunda mitad de ese siglo.  Pretende  instaurar las condiciones esenciales de la edificación que ya habían sido establecidas en la antigüedad y aplicarlas en la nueva cultura arquitectónica.  La precisión en las operaciones constructivas en términos espaciales, denota claramente el nuevo enfoque que pretendía brindar a la problemática arquitectónica y a la vez incluye y acepta la idea tradicional o clásica de que el espacio es una propiedad de los objetos y que la forma o diseño de cada cosa debe contemplar o anotar todos los vínculos  y propiedades del ambiente.  Define seis pasos para el arte de construir:
1.      El lugar
2.      El solar o sitio
3.      La distribución
4.      Los muros
5.      Las cubiertas
6.      Los vanos
Sobre el lugar donde se pretende realizar la edificación, advierte que debe ser amplio y abierto en todas las direcciones.  Una parte de ese lugar está conformada por lo que denomina el solar.
Por su parte, el solar será un espacio delimitado o definido del lugar, rodeado por un muro, todo acorde con las costumbres del pueblo y según la conveniencia de los ciudadanos.  Forma parte del solar  todo el espacio que se defina para la futura  edificación o construcción.  Como dato curioso, cabe destacar que ese espacio debía ser  “aplanado” o “apisonado”  con la planta de los pies.
Con respecto a la distribución, Alberti señala que con la misma se divide o separa todo el solar del edificio en espacios menores, creando la sensación de que el edificio está lleno de edificaciones o construcciones menores o de menor tamaño. 
Las paredes se realizarán partiendo desde la base y hasta la altura suficiente para sostener el peso de las cubiertas, y son denominadas muros.  También con ese nombre se designan todas las paredes que se construyan  alrededor del edificio para cerrar o delimitar el espacio que lo rodea.
Con el nombre de cubiertas, Alberti  abarca  no solo aquellas partes que se instalen en las zonas más elevadas del edificio y que tienen como fin recibir la lluvia, sino todas aquellas cubiertas que se sitúen a lo largo y ancho y que se ubican por encima de la cabeza del caminante o transeúnte.  Entre ellas se citan: los techos, las bóvedas de medio cañón y las bóvedas ordinarias, entre otras.
Todos los accesos de que consta el edificio y que permiten la entrada y salida de los artículos u objetos necesarios para quienes van a habitar en él, se denominan vanos.

Este enfoque que hasta aquí hemos comentado sobre la problemática arquitectónica expuesto por Alberti, se contradice con la noción del espacio perspectivo desarrollada por el mismo Alberti en otro lugar, sin embargo, es precisamente esa discordancia teórica  que se descubre a finales del siglo XVI, lo que permite la transición entre el presente y el pasado.  La teoría albertiana permite explicar el ambiente urbano medieval, ofreciendo la posibilidad de representarlo, criticarlo y racionalizarlo, sin comprometer la continuidad de las nuevas experiencias con las precedentes.

Bibliografía
Benévolo, L. (1981). Historia de la arquitectura del Renacimiento. Barcelona: Gustavo Gili, S.A.






jueves, 8 de mayo de 2014

El proceso de la construcción



El proceso de construcción

¡ALTO! Construir una vivienda no es una catástrofe, es simplemente un proyecto que requiere de varias etapas

Cuando se piensa en construir una vivienda, muchas personas entran en situación de pánico pues consideran que es un proyecto que no solo exige un esfuerzo adicional y desgastante por parte de quien lo realiza sino que tiene como resultado final invariablemente una frustración. 

Eso no es cierto.  Construir una vivienda es un proyecto agradable y gratificante.  Pero es necesario conocer  el orden en que  deben realizarse las cosas y contar con especialistas en la materia que puedan asesorarnos y guiarnos adecuadamente con el fin de lograr nuestra meta. 

El primer paso es contactar a un arquitecto o arquitecta debidamente incorporado al Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos de Costa Rica.  Conversar con ese profesional e indicarle cuáles son nuestras necesidades y expectativas de vivienda.  Este profesional nos hará un anteproyecto de nuestra casa el cual está sujeto a cambios según nuestros gustos y  necesidades.  Una vez aprobado el anteproyecto, nos confeccionará los planos constructivos y procederemos a tramitar los permisos de construcción, escogencia de personal para realizar la construcción y compra de materiales.

Cuando realicé mi casa en Barva de Heredia,  prácticamente no tuve que realizar ningún tipo de trámite pues la arquitecta que contraté tramitó por mí el servicio de permisos de construcción, supervisó el proceso  constructivo y me  asesoró con la compra de materiales.   Es importante que busquemos un profesional que nos brinde acompañamiento durante todo el proyecto hasta que la casa se encuentre totalmente construida.  

En el proceso de supervisión, la arquitecta se cercioró de que el maestro de obras estuviera realizando la obra tal y como estaba establecida en los planos constructivos que previamente yo había aceptado. 


supervisando la construcción














También buscó materiales de primera calidad y se garantizó que los mismos fueran colocados correctamente.

verificando niveles













La casa en Barva de Heredia cumple con todas las disposiciones constructivas y ambientalistas que la legislación actual exige.  Así cuenta con un biodigestor que reúne no solo todos los requisitos que la Municipalidad de Barva establece con el fin de proteger el medio ambiente, sino que tiene una capacidad mayor a la exigida con el fin de prolongar su vida útil.   

biodigestor


Cuenta además con amplios ventanales, es fresca, tiene dos baños, tres dormitorios, mueble de cocina, red de agua caliente y más.  Construirla fue una agradable experiencia pues me permitió ver cómo se iba creciendo en su desarrollo hasta alcanzar mi meta: tener mi casa.


 
amplios ventanales



cocina con su respectivo mueble

closets espaciosos

baños modernos, ventilados y claros